Si habéis realizado una sesión con nosotros o sois asiduos a este blog sabréis que normalmente aconsejamos prescindir de posados o reducirlos a la mínima expresión. Como substituto buscamos acciones que ofrezcan movimientos más espontáneos, esto es debido a que lograr una gran cantidad de buenos posado en el corto margen de una sesión solo está al alcance de modelos profesionales. El resto de mortales solemos vernos muy forzados, pero ¿queréis saber por qué? si tenéis una sesión donde los posados van a ser inevitables (por ejemplo: fotografía de boda) podéis tirar de estas técnicas y las que encontrarás en la entrada posterior sobre trucos para el posado perfecto, segunda parte.

Columna vertebral

Posar suele ser incómodo. La posición de la columna vertebral es un ejemplo de ello. En una buena pose la base siempre será nuestra columna: ésta debe de estar estirada y extendida (que no recta), pero hasta un límite que no parezca artificial. Toda pose tiene el llamado «umbral del posado» y es el punto entre que comienza el posado estéticamente correcto (que, como hemos dicho, suele ser incómodo) y el artificioso. Para lograrlo hay que practicar, lo mejor es hacerlo delante de un espejo y procurar estirar la columna hacia arriba. En este punto hay que vigilar una parte que afectará de lleno y que suele darnos un aspecto forzado  muy habitualmente:

La cabeza

La cabeza es una parte de nuestro cuerpo que afecta mucho al efecto artificioso de nuestra pose. Debes dirigir la cabeza hacia donde quieres centrar la atención del espectador. Las vertebrales deben de estar totalmente estiradas, de tal manera que la cabeza quede lo más apartada posible de la clavícula, siempre dentro del contexto del posado.

Distribución del peso

La distribución del peso corporal es uno de los mayores quids del posado perfecto. Excepto en el caso de los niños lo habitual es que se vea extraño que el peso esté repartido por igual entre los dos pies. Lo más correcto, visualmente hablando, sería priorizar uno de los dos y que el otro sirva para no perder el equilibrio. Como clásico ejemplo la pose de una modelo con el pié atrás (apoyo principal) y el otro pié delante y cruzado (apoyo secundario). Si el resto del cuerpo está rígido se resalta dicho efecto. Una cadera quedará más elevada que la otra rompiendo la simetría.
Otros ejemplos de desplazamiento de peso que resultan muy favorecedores es ofrecer un objeto más elevado para pisar con uno de los dos pies (sin superar jamás los 45º desde el muslo hasta el suelo) o bien apoyarse en una pared, esta última especialmente cómoda y muy estética si se acompaña del cruzado de pies.

Brazos

No es natural ver las articulaciones rectas, la rigidez articular suele ser un enemigo del posado natural, es por eso que conviene flexionar las articulaciones aunque sea en un pequeño ángulo. Colocar los brazos del modelo en un ángulo de 90º crea mucha fuerza, fuerza que demos aprovechar para poses muy concretas puesto que en la mayoría podría resultar artificial. Sin embargo, el ángulo de 90º, es un gran recurso cuando se trata de sesiones de pareja donde los brazos se apoyan y entrelazan.

Muñecas y dedos

Si en el caso de los brazos en ángulo de 90 es aceptable es posados en pareja o imágenes donde queremos enfatizar la fuerza, no lo es tanto en el caso de las muñecas. En este caso se ve mal por normal general y debemos evitarlo a toda costa. Lo ideal en este caso es mantener la curvatura natural de la mano: para lograrlo extiende el brazo y aprieta la mano en un puño, relájala y observa como caen dedos y muñeca, toma nota de esa curvatura natural.
Recuerda que las manos atraen la atención del espectador, así que no debes colocarlas en un lugar donde no desees llamar la atención.

Si quieres conocer más trucos de posing quédate a leer la parte dos de nuestro post.

Otros aspectos generales a tener en cuenta

Te damos además, 2 tips para que tu sesión de estudio con posados quede perfecta:

Maquillaje

Tanto peluquería como maquillaje se convierten en un esencial a tener en cuenta, pero es sobretodo el primero el que cobra importancia en casi todas las ocasiones. No se trata que debas maquillarte o tengas que parecerlo pero el tratamiento de la piel puede marcar la diferencia en el resultado. El retoque hace maravillas sí, pero llevando un maquillaje idóneo, además de eliminar tiempo de retoque, también aseguramos que el resultado sea más natural. Lo ideal es contar con un profesional que no solo te realice el maquillaje sino que esté presente mientras realizamos la sesión. En caso de no poder tenerlo durante la sesión te aconsejamos hablar con quién te ha maquillado para que te ofrezca productos para retocarte tu mismo. Si no vas a acudir a ningún profesional ten a mano al menos toallitas, pañuelos de papel y polvos matificantes sin brillo y de tu mismo tono de piel o traslúcidos.

Colores y vestuario

Este es un punto muy básico pero que conviene acordar al 100% con tu fotógrafo. Dependerá del fondo o set y de la temática y estilo que preciséis. Las normas que suelen regir la mayoría de las sesiones comerciales son no usar rayas o marcas de ropa visibles (a no ser que se trate de una sesión de moda o e-commerce). Los tonos muy chillones también suelen desestimarse.

Y, por último, si nos tomamos la sesión en serio lo mejor es verla como una experiencia divertida e ir a disfrutar.