¿Os habéis planteado en profundidad qué tipo de fotografías queréis el día de vuestra boda? No me refiero sólo a la luz, composición o tratamiento que le dé el profesional que contratéis, el estilo también depende de otra cosa importante: vosotros y los momentos en los que decida captaros.

Los fotógrafos de bodas estamos acostumbrados a escuchar de parte de los novios que no quieren posados, sin embargo esto se vuelve una odisea cuando familias y amigos quieren su tanda de posados de rigor. Es normal y estamos preparados para ello, pero en éste post quiero hablaros de los tres motivos por los que se deberían primar las imágenes espontáneas durante una boda:

Tranquilidad

Os lo habrán dicho hasta la saciedad: «Es vuestro día». Y no se trata solo de una frase hecha, será una de las mayores celebraciones que hagáis en vuestra vida (seguramente la mayor) ¿no os merece la pena disfrutarla plenamente? Lo que vosotros sintáis durante la jornada es lo que marcará cómo la recordéis en vuestra mente y quizás sea una mejor opción estar a vuestro aire en lugar de con interrupciones constantes delante de la cámaras… también os quita un gran peso de encima delegar éste trabajo por completo al fotógrafo en lugar de seguir preocupándoos.

Les suelo decir a todas las parejas antes de empezar mi trabajo que la suerte ya está echada y por lo tanto no merece la pena la ansiedad ni preocupación. Son muchos meses de preparación y encontrar a los proveedores que hagan de esa jornada algo irrepetible. Una vez llegado el día “D” el único trabajo que os queda es vivirlo al máximo.

No perder momentos

Una de mis máximas es fotografiar siempre que pasa algo. Cuando estoy pendiente de peticiones de los invitados puedo perdérmelo y esto se verá reflejado en el resultado final de la documentación de vuestra boda. Puede que echéis en falta dichos momentos.

Por mucha experiencia que tengamos no podemos estar en dos lugares a la vez y necesitamos concentración para ver lo que sucede en el entorno.  Ver incluso donde otros no verían, porque hay situaciones evidentes (anillos, entregas, “el beso”…) y otros no tantos (una mirada cruzada o un abrazo en medio de la multitud). También necesitamos estar muy presentes para, a la vez que reconocemos esos instantes, buscar el mejor ángulo o encuadre que lo potencie a nivel estético.

Quizás el más importante para nosotros los fotógrafos:

La autenticidad.

La mayoría de los mortales no somos modelos, esto quiere decir que nuestras formas al posar no resultan del todo naturales. El fruto pueden ser capturas de recuerdo y algunas hasta bonitas, pero con poco fondo y sentimiento. Además del recuerdo que os quedará de por sí, ¿queréis que en las imágenes del día de vuestra boda se vea a vuestros seres querido posando o bien pasándoselo bien?

La expresividad del fotografiado es lo que cambia por completo el alma de la imagen, cuando nos encontramos con una toma que nos dice algo y no sabemos muy bien “el qué” muchas veces es lo que nos dicen las expresiones y gestos de quién aparece, algo que va más allá de lo que podemos describir desde las palabras: la naturalidad a la hora de mostrar lo que siente.

Te dejamos además 10 cosas que pedirle a tu fotógrafo de boda para conseguir imágenes como las anteriores:

  1.       Estilo. Hay profesionales con un estilo más marcado que otros. Desde mi punto de vista personal que tenga uno claro e identificable es lo mejor que os puede pasar. El motivo es que tendréis mayor seguridad en que las tomas saldrán como habéis previsto al ver su portfolio. También podréis encontrar a quién se ajuste más a vuestros gustos estéticos.
  2.       Es imprescindible que veáis una boda completa de vuestro fotógrafo antes de contratarle, no se trata de que todas las imágenes sean auténticas obras de arte pero sí que sigan ese estilo del punto anterior, tenga una coherencia y que la calidad vaya en consonancia.
  3.       Disponibilidad para contactar con él. La comunicación es básica. Cada pareja es un mundo y muchas veces hay peticiones especiales además de dudas muy concretas que tenemos que tener en cuenta. No es buena señal que se os haga complicado contactar con el profesional que tenéis en mente o bien que se demore mucho en responder.
  4.       Opiniones de otros novios. Leer las reseñas en la web, páginas anunciantes o redes sociales os ayudará a haceros una idea de la impresión que ha causado en otras parejas. Siempre es bueno pedir alguna referencia.
  5.       Pasión y ganas. Si no os sabe transmitir la importancia que tiene para él la profesión o lo importantes que vais a ser vosotros para él durante vuestro día buscad más opciones.
  6.       Calidad de los materiales entregados. Si os enseña un portfolio, álbum o copias físicas revisad que se trate de material de calidad. Quizás no estáis hechos a reconocer una buena impresión pero sí podéis pedirle que os diga con qué laboratorio/s trabaja para poder comprobar que se trata de uno profesional.
  7.       Imágenes de diferentes bodas. De igual modo que os recomiendo ver una completa también os diría que pidierais imágenes de otros enlaces para comprobar tanto como su experiencia en el sector como los resultados que obtiene en distintos escenario y condiciones de luz.
  8.       Tarifas claras y cerradas. Éste es un punto muy material pero importante. Muchos fotógrafos de boda trabajan con distintos packs, otros tienen solo uno… en cualquier caso tendréis que pedir que os especifique que incluyen y de qué modo. Que todo quede bien cerrado antes de firmar el contrato.
  9.       Y uno el punto anterior con éste: un contrato transparente. Puede que se incluyan bastantes cláusulas o solo unas pocas pero que éstas se entiendan o tengan una explicación sencilla. Los contratos son muy personales ya que muchas veces van cambiando con el tiempo por la experiencia del profesional, no pidáis un contrato “modelo” pero si algo bien comprensible para vosotros.
  10.   Feeling. Me he dejado para el último quizás no lo más importante pero sí lo que puede ser decisivo: la impresión y conexión que exista entre vosotros. Podéis encontraros con dos profesionales maravillosos pero ¿por cuál os decantaréis si todo os convence? Al final el trato personal es algo que os dirá mucho sobre quién elijáis. Es por esto  que muchas veces os recomiendo el reportaje pre-boda como primera opción. Al margen de la entrevista personal que podáis tener, en la pre-boda nos conocemos, vosotros veis una muestra de mi manera de trabajar y os tranquilizaréis viendo que no necesitáis ser modelos para “salir bien”.